Son lesiones que afectan al hueso subcondral y al cartílago articular del astrágalo. El cartílago es un tejido especializado que se encuentra en las articulaciones y recubre la zona donde conectan los huesos de manera que permite el deslizamiento de éstos con una mínima fricción entre ellos. Se distinguen dos tipos de lesión:
•Osteocondritis disecante.
•Fracturas osteocondrales.
•Osteocondritis disecante: llamamos así a la fractura osteocondral de la cúpula del astrágalo. Este tipo de fractura puede ser transcondral, intraarticular o de escamas y se puede clasificar en cuatro etapas:
•Etapa I (intacta): Fractura de compresión sin desplazamiento.
•Etapa II (separación temprana): Avulsión incompleta del fragmento osteocondral.
•Etapa III (separado): Avulsión completa del fragmento osteocondral.
•Etapa IV (separado): Fragmento osteocondral desplazado. Puede estar invertido en el cráter o completamente desplazado.
En la osteocondritis disecante la causa no está bien definida, seguramente sea debida a enfermedades y traumatismos repetitivos que afectan a la vascularización del hueso.
•Fracturas osteocondrales: son de origen traumático.
En casos agudos suele producir dolor, inflamación, equimosis y limitación de movimientos.
En casos crónicos puede ser causa de rigidez de la articulación, dolor, crepitación e inflamación. Ocasionalmente pueden causar el bloqueo de la articulación.
•Inmovilización de la articulación en los casos de fracturas de etapa I y II.
•Ejercicios para fortalecer los músculos que rodean la articulación.
•Adaptación de la actividad física.
•Cuando la lesión alcanza el grado III o el grado IV, es necesaria la intervención quirúrgica: Artroscopía con aplicación de Factores de crecimiento o Plasma rico en plaquetas (PRP).
•Fijación del fragmento osteocartilaginoso en el caso de que el fragmento sea viable.
•Extracción del fragmento osteocartilaginoso si éste no es viable, como ocurre en la mayoría de las osteocondritis disecantes.
PRP y osteocondritis disecante
La aplicación de Plasma rico en plaquetas (PRP) induce la movilización de células mesenquimales y envía señales celulares que serán el inicio del proceso de reparación del cartílago articular. Además, formará una red de fibrina tridimensional que las células colonizarán contribuyendo a la síntesis de un tejido que cumple las funciones mecánicas del anterior.