En los últimos años, los tratamientos con células madre se han empleado con éxito en traumatología para abordar una variedad de enfermedades relacionadas con los huesos, cartílagos, músculos y tendones. Estas terapias han demostrado ser eficaces para facilitar la cicatrización de tejidos dañados, así como para reducir el dolor y la inflamación, lo que representa una valiosa herramienta del traumatólogo especialista.
Las células madre son un tipo especial de células que desempeñan un papel crucial en el desarrollo y regeneración de órganos y tejidos. Constituyen la base de origen de todos los tejidos del cuerpo, ya que a partir de ellas se generan todas las demás células con funciones específicas.
Tienen la capacidad de autorrenovarse y dividirse para formar diversos tipos de células especializadas en el organismo.
Las células madre mesenquimales, que se encuentran en la médula ósea y el tejido adiposo, tienen la capacidad única de diferenciarse en más de un tipo celular, como células musculares, vasculares, óseas, neurológicas o cartilaginosas. Esta versatilidad permite la regeneración de estructuras y tejidos lesionados.
1 Capacidad de regenerar tejidos: pueden diferenciarse en células especializadas necesarias para la reparación y regeneración de tejidos dañados.
2 Propiedades antiinflamatorias: pueden liberar sustancias que ayudan a reducir la inflamación articular, lo que aliviar el dolor y acelerar la curación.
3 Capacidad de autorrenovación: pueden dividirse para generar más células madre similares a ellas, manteniendo así su propia población.
4 Capacidad de diferenciación: pueden transformarse en diversos tipos de células especializadas, como células óseas, musculares, nerviosas, entre otras.
5 Versatilidad: pueden adaptarse a diferentes condiciones del entorno y responder a diversas señales biológicas.
6 Migración: pueden moverse hacia áreas de daño o inflamación en el cuerpo, lo que las hace útiles para la reparación de tejidos y la curación de lesiones.
7 Propiedades inmunomoduladoras: pueden influir en la respuesta inmunitaria, modulando la actividad de las células del sistema inmunológico.
8 Facilidad de aislamiento: pueden extraerse de diversos tejidos y órganos del cuerpo, como la médula ósea y el tejido adiposo.
9 Facilidad de expansión in vitro: pueden cultivarse en el laboratorio para su expansión y uso en tratamientos médicos.
Las células madre mesenquimales han sido objeto de estudio durante más de dos décadas, especialmente por las asociaciones de cirujanos ortopédicos, debido a su papel en la regeneración de tejidos articulares, como el cartílago y el hueso, así como en otros tejidos conectivos como tendones, músculos, ligamentos y, más recientemente, los meniscos.
Entre las aplicaciones más frecuentes se encuentran:
Las células madre se obtienen fácilmente mediante un procedimiento sencillo en un entorno seguro, como un quirófano ambulatorio. Las fuentes pueden ser la médula ósea, a través de una micropunción indolora de cresta ilíaca, o el tejido adiposo, a través de una minilipoaspiración con anestesia local. Una vez obtenidas, se procesan para su posterior inyección en la zona a tratar de manera indolora, o bien se envían al laboratorio para cultivo y expansión. Además, existe la opción de almacenarlas en un banco de células madre mediante criopreservación para su uso en futuros tratamientos.
Los tratamientos con células madre mesenquimales para tratar lesiones ortopédicas son efectivas y seguras cuando se realizan por especialistas capacitados en Medicina Regenerativa.
Es importante destacar que somos uno de los pocos centros especializados en terápias biológicas donde los procedimientos son llevados a cabo por médicos traumatólogos que además son subespecialistas en el área a tratar, es decir traumatólogo subespecialista en patología y cirugía recostructiva de cadera y rodilla, subespecialista en miembro superior y neurocirujano en el caso de patología de columna.
Esto resulta fundamental porque nuestros especialistas cuentan con la habilitación para realizar dichos procedimientos tanto dentro como fuera de quirófano. Pero aún más importante, cuentan con la capacidad para interpretar correctamente el compromiso de una lesión o enfermedad articular, cuantificar con exactitud el nivel de deterioro, establecer el desempeño funcional de la articulación dañada , y determinar en forma precisa el plan de tratamiento. Además, supervisan todos los pasos de la rehabilitación complentaria hasta alcanzar el objetivo establecido.
Cada país cuenta con su propia autoridad sanitaria que regula el desarrollo de medicamentos y las actividades de ensayo clínico. En los Estados Unidos este rol lo cumple la Federal Drug Administration (FDA), en Europa la institución es la European Medicines Agency (EMA), y en Argentina se ocupa la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) que cuenta con gran influencia en el resto de Latinoamérica.