Los músculos isquiotibiales (semitendinoso, semimembranoso y bíceps femoral) son músculos grandes que se unen a la pelvis, bajan por la parte posterior del muslo, cruzan la rodilla y se unen en el extremo superior de los huesos de la parte inferior de la pierna. Los músculos están unidos por tendones a los huesos. Estos músculos nos permiten extender la pierna y doblar la rodilla. Los isquiotibiales están equilibrados por los músculos cuádriceps en la parte frontal de los muslos. El poder y la estabilidad de las rodillas están controlados por estos músculos.
Los desgarros en los isquiotibiales son lesiones comunes por tensión muscular, debido a la sobrecarga y el uso excesivo. La rotura puede variar de leve (distensión, sin desgarro), a rotura parcial, a ruptura completa (desgarro). En ocasiones, el tendón
puede desprender un fragmento de hueso cuando se desgarra. Esto se llama lesión por avulsión ósea. Las lesiones por avulsión se producen por una explosión de velocidad que se observa en el patinaje sobre hielo, el levantamiento de pesas y el esquí.
La sobrecarga muscular es la causa principal de una rotura de isquiotibiales. Los factores de riesgo incluyen tensión muscular, desequilibrio muscular (el cuádriceps es más fuertes que los isquiotibiales), mal acondicionamiento y fatiga muscular. Se produce en deportes como tenis, atletismo, football y basketball, en carreras de velocidad y saltos. Los músculos isquiotibiales no son significativamente activos al caminar y pararse, por lo que un salto repentino, estiramiento, embestida o impacto pueden desgarrar el músculo. Además, el músculo puede tensarse o desgarrarse simplemente corriendo, pateando o bajando escaleras.
La zona más común para una rotura muscular es la mitad del músculo isquiotibial. Los síntomas dependen del grado de la lesión. Una distensión leve puede sentirse como un dolor o un tirón que empeora con la actividad. Los síntomas de una lesión grado 2 o 3 pueden incluir:
• Un dolor agudo en la parte media posterior del muslo.
• Dificultad para poner peso sobre la pierna lesionada que causa cojera.
• Hinchazón.
• Moretones y decoloración.
• Debilidad de los isquiotibiales.
• Espasmos musculares.
• Algunas personas escuchan un estallido cuando se lesiona el músculo.
El Dr. Martín Estévez evaluará su historial médico y le preguntará sobre las circunstancias que rodearon su lesión. Llevará a cabo un examen físico para detectar hematomas, dolor, debilidad e hinchazón. Si el tendón se ha alejado del hueso, el músculo aparecerá enrollado en la parte posterior del muslo. Las pruebas de imagen confirmarán el diagnóstico. Las radiografías revelarán una avulsión, cuando el tendón desprende un fragmento de hueso de su inserción. Una resonancia magnética proporcionará imágenes detalladas de los músculos y tendones.
La mayoría de las lesiones de isquiotibiales y tendones pueden sanar sin cirugía. Las lesiones leves tienden a sanar bien. Las lesiones severas de los isquiotibiales tienden a ser debilitantes. El objetivo es restaurar la función y prevenir la cicatrización del músculo.
El Dr. Martín Estévez diseñará un plan de tratamiento para su lesión que implicará reposo relativo, aplicación de hielo con frecuencia específica, vendaje compresivo y elevación. Indicará medicamentos antiinflamatorios y modificaciones de actividad. Los desgarros leves y parciales a menudo se benefician notablemente de la aplicación de Plasma rico en plaquetas (PRP), también llamado Factores de crecimiento. Se recomienda fisioterapia para mejorar el rango de movimiento y la fuerza. La curación generalmente ocurre dentro de las 4-6 semanas. El tratamiento para una rotura severa puede incluir muletas o aparatos ortopédicos.
Es posible que se necesite cirugía para reparar una ruptura completa cuando existe una gran cantidad de músculos y tendones comprometidos, o cuando hay una avulsión ósea. Los ejercicios de estiramiento y rango de movimiento son importantes para la rehabilitación, seguidos del entrenamiento de fuerza. Puede llevar algunos meses volver a jugar. La re-ruptura es común, a menudo causada por un regreso prematuro al deporte.
Aplicación de Plasma rico en plaquetas con control
ecográfico en tercio superior de muslo derecho
para desgarro de músculos isquiotibilales.