La artrosis es una enfermedad crónica y degenerativa de las articulaciones. Provoca desgaste progresivo del cartílago, deformación articular e intenso dolor de rodilla. El cartílago es el tejido que recubre los huesos y evita el roce entre ellos.
Es importante diferenciar la artrosis (cambios de desgaste de la articulación) de afecciones inflamatorias como la artritis reumatoide, que es una enfermedad autoinmune (donde el sistema inmunitario falla y ataca al propio organismo en lugar de atacar elementos intrusos al sistema).
Denominamos artrosis postraumática, a la que ocurre después de una lesión de rodilla como una rotura de ligamento cruzado anterior o una lesión de menisco que predispone a la rodilla a un futuro desgaste articular.
La artrosis afecta a más de siete millones de adultos en Argentina y es la enfermedad musculoesquelética más prevalente. Se ha informado que la artrosis representa hasta el 18 % de todas las visitas de atención médica y se asocia con otros numerosos problemas de salud, incluido el aumento de las tasas de depresión y otras afecciones como diabetes, obesidad y enfermedades cardíacas.
El cartílago no tiene nervios y, por lo tanto, no causa dolor cuando está dañado. Sin embargo, la irritación del hueso debajo del cartílago o el revestimiento de la articulación (sinovial) que resulta de la pérdida de cartílago puede causar dolor. Algunas personas tienen artrosis significativa, pero pueden no tener intenso dolor. Por lo tanto, es importante entender que a veces solo necesitamos cuidar los síntomas, ya que eso podría ser todo lo que un paciente necesita.
La artrosis es una enfermedad del envejecimiento, que generalmente afecta a personas mayores de 50 años. Tiende a aparecer en familias (herencia) y las mujeres se ven más afectadas que los hombres. El exceso de peso corporal ejerce una presión adicional sobre la articulación de la rodilla, por cada kilo extra de peso se transmiten 3-4 kilos a la rodilla al caminar. Además, si tiene las piernas arqueadas (eje alterado) o ejerce tensiones repetitivas en la articulación, ya sea debido al trabajo o al esfuerzo deportivo, puede aumentar el riesgo de desarrollar artrosis. Las lesiones traumáticas previas en la rodilla también pueden provocar artrosis postraumática.
Los síntomas principales son dolor, hinchazón y rigidez. La artrosis se caracteriza por un aumento gradual del dolor a medida que el cartílago se desgasta lentamente. Los síntomas también dependen de la ubicación de la artrosis.
• Dolor en la mañana.
• Rigidez, hinchazón y dolor con largos períodos de inactividad.
• Dolor al subir escaleras.
• Dolor al caminar.
• Dolor al estar de pie o sentado.
• Dolor que interfiere con el sueño.
Otros síntomas pueden incluir:
• Hinchazón y sensibilidad debido a la inflamación periódica causada por la formación de osteofitos (excrecencias óseas) o exceso de líquido en la rodilla.
• Una sensación de rechinar al usar las rodillas, como resultado de osteofitos y el desgaste de los extremos de los huesos. Se oyen chasquidos y crepitaciones cuando el cartílago se deshilacha y disminuye el espacio protector entre los huesos.
• Bloqueo de la rodilla por cuerpos libres sueltos o fragmentos de cartílago que interfieren con el movimiento.
• Rango de movimiento reducido.
• El debilitamiento gradual de los músculos de la rodilla causa inestabilidad de la articulación.
• Deformidad de la articulación.
El Dr. Martín Estévez es un experimentado especialista certificado en patología y cirugía reconstructiva de rodilla. Mediante una revisión de su historial médico, le preguntará por las características de su dolor y realizará un detallado examen físico. También solicitará radiografías que mostrarán el espacio entre los huesos de la articulación de la rodilla, que evidencian el desgaste del cartílago. Evaluará la trama ósea, la presencia de osteofitos, geodas, edema óseo, etc. Puede ordenar otras pruebas de imagen como Resonancia Magnética Nuclear (RMN) o tomografía computada (TC). Suele ser necesario solicitar análisis de sangre para descartar artritis inflamatoria, trastorno autoinmune sospechado cuando múltiples articulaciones se ven afectadas al mismo tiempo (no muy común).
Durante el deterioro artrósico existe compromiso de la matriz extracelular condral (MEC) con disminución en la capacidad de retención de agua. El cartílago pierde resistencia y elasticidad frente a la compresión, aumentando el daño del tejido circundante. Debido a la baja tasa de recambio celular y a la pobre capacidad reparativa del cartílago, no se logra compensar el daño sufrido, generándose finalmente el fenómeno de artrosis.
Independientemente de cuál sea la causa original del daño, los fibroblastos de la membrana sinovial responden secretando diversas citoquinas y factores inflamatorios (IL-1, TNF-α, TGF-β, IL-8, GRO-α, entre otras). La respuesta insuficiente del hueso subcondral reemplaza el cartílago hialino por fibrocartílago constituido principalmente por colágeno tipo I, lo que le confiere una inferior capacidad mecánica a la vez que se produce un proceso de hipertrofia del hueso subcondral (con formación de huesos exuberantes llamados osteofitos). Además aumenta la formación de nuevos vasos sanguíneos con penetración de los mismos en la capa profunda del cartílago articular y ocurre apoptosis condral (muerte del cartílago) seguido por la mineralización de la MEC, lo que se aprecia clínicamente con la formación de mas osteofitos, geodas (quistes intraóseos) y disminución del espacio articular (pinzamiento articular).
Medidas generales:
• Descenso de peso.
• Plan de ejercicios específicos.
• Evaluación y corrección de condiciones médicas preexistentes.
• Reposo relativo.
Tratamiento no quirúrgico:
El Dr. Martín Estévez estudiará detalladamente su rodilla y elaborará un plan de tratamiento personalizado para su nivel de lesión articular. Los esfuerzos estarán orientados a disminuir sensiblemente los síntomas de la rodilla artrósica, reduciendo de forma rápida y efectiva el grado de dolor, mejorar el arco de movilidad y la estabilidad articular gracias al incremento de la masa muscular.
Se utiliza una combinación de técnicas médicas que tienen como objetivo cicatrizar lesiones, desinflamar tejidos, regenerar estructuras dañadas, minimizar el dolor, incrementar la movilidad articular, interviniendo delicadamente en cada una de las etapas de tratamiento. Algunas de las herramientas utilizadas incluyen esquemas de kinesiología elaborados a medida, viscosuplementación articular y técnicas regenerativas. En estos últimos años se destaca el lugar privilegiado que ocupa la utilización de Plasma rico en plaquetas dado que brinda una respuesta sólida y duradera a la artrosis de rodilla.
El enfoque de tratamiento debe evitar una mayor atrofia muscular (debilitamiento) como resultado de la inactividad, con el consiguiente empeoramiento de los síntomas. Como médicos de medicina deportiva, el objetivo es mantener a los pacientes activos para que puedan realizar la mayor cantidad de actividades posibles.
Aplicación de Factores de crecimiento
derivados de plaquetas
Tratamiento quirúrgico:
• Cirugía de preservación articular: Artroscopía.
• Cirugía de reemplazo articular: Reemplazo total de rodilla.
Afortunadamente cada vez es menos frecuente la necesidad de operar para resolver problemas de artrosis de rodilla.